A Mariano Turner un accidente que sufrió en su niñez le cambió la vida. Un tren lo atropelló cuando corría a buscar una pelota mientras jugaba al fútbol cerca de las vías. Como cualquier chico de diez años que a esa edad distribuye su tiempo entre el estudio y los juegos, para él se transformó en una pesadilla impensada. Pero lejos de abatirse encontró una razón para reinventarse y poder superar el trauma que derivó como consecuencia del infortunio, en la amputación de la pierna derecha.

El agua fue el medio que eligió primero, por recomendación médica y luego, por pasión, para reconstruir su vida. Gran parte de ella nadó, practicó luego waterpolo y en los últimos años se volcó al canotaje.

Mariano Turner fue durante su adolescencia un promisorio nadador y a medida que se volcó a los estudios fue dejando la actividad competitiva pero no el deporte.

Su vínculo con el canotaje es desde hace dos años cuando decidió probar y se acercó al club Ceppron.

En las últimas dos ediciones de la regata del Río Negro se lo vio afrontando la dura travesía. Allí encontró un buen compañero: Maximiliano Chierasco y también se dio el gusto de participar en el campeonato argentino de paracanotaje.

Aprovechando la experiencia de su co-equiper debutó en la Regata en 2019 logrando un cuarto puesto quedando muy cerca del podio y este año volvieron a juntarse para tomar parte de la 45° edición quedando finalmente en la segunda posición en la categoría Travesía C detrás de la dupla Pierino Porrino (Ceppron)-Fernando Allende (Asociación Italiana).

Turner, siempre estuvo vinculado al agua porque además de natación donde también participó de primeros Juegos ParaAraucanía 2019 con la Selección de Neuquén, logró dos preseas doradas al imponerse en los 100 metros espalda y en los 100 metros libres de la categoría S9.

Odontólogo de profesión, a los 43 años Mariano Turner continúa mostrándose como ejemplo de disciplina, esfuerzo y amor por el deporte.